Empezamos en octubre, a pensar algo de lo más importante: ¿Qué vamos a hacer con el coche para que sea especial, diferente a los otros coches?
Cogimos el coche del año pasado y basándonos en el diseño de algunos coches reales de F1, pensamos qué aspectos podríamos plasmar en nuestro coche.
En lo que respecta al coche, el concurso tiene unas normas técnicas muy estrictas y completas, sobre la forma y el tamaño del coche y sus partes, y la ubicación de sus piezas, sus espacios a respetar y su altura y anchura.
Nuestro objetivo era hacer el coche lo más reducido posible con todas las medidas al mínimo para que pesara lo menos posible con una forma aerodinámica lo suficientemente buena para que no ofreciera mucha resistencia al aire, y así cruzar la meta en primera posición.
Uno de nuestros principales objetivos fue reducir los pontones laterales al máximo y así lograr menos resistencia y darles que tuvieran una determinada forma de tal manera que dirigiera el aire hacia arriba y hacia abajo y no hacia los lados como el coche de 2015.
Pero finalmente en diciembre y enero dando los últimos retoques al coche nos encontramos por el camino una forma ideal, un pontón que tenía forma de flecha y dirigía el aire hacia arriba, hacia abajo y hacia el lateral de manera que todo aire que se acercaba salía disparado lejos del coche.
Después de 3 meses y medio trabajando en el coche el 16 de enero de este año, ya teníamos el coche en su totalidad, listo para mecanizar.
Ahora nuestro coche tiene buen alerón delantero, pero esta es una de las piezas con más importancia, trascendencia y que más trabajo da. Por eso, aunque ya tenemos un alerón delantero, nuestras investigaciones se centran en seguir progresando, trabajando y desarrollando esta parte tan importante, aunque ya más tranquilos, sabiendo que para nosotros el coche que tenemos es el mejor con el que podríamos competir.